#FilfemRecomienda ft. Marisa Herrera

MARISA HERRERA

CONICET/UBA/UNDAV – propuesta por el Estado argentino como experta independiente para integrar el Comité para la eliminación de la discriminación (CEDAW)

Las mujeres peronistas de Estela dos Santos, publicado en 1983 por el Centro Editor de América Latina. “Las damas por sus ideas estaban contra los pobres y contra Evita. Ella por sus ideas estaba con los pobres, contra las damas. Las damas no podían decir, como ella decía a cada instante: Nosotras, las mujeres del pueblo. Porque las damas son las mujeres del antipueblo. Ella se jactaba de ser pueblo. Y el pueblo sabía que se jactaba con razón. Ella era pueblo. Las damas visitaban a los necesitados como quien visita un país extraño. Porque el pueblo no ha sido para las damas lo otro, lo lejano, lo ajeno. El dolor del pueblo, el hambre y la miseria, las damas lo sientes y hasta lo lloran en las novelas, los sermones, los libros de sociología. Evita no. Evita al hambre y la miseria las había sentido en su carne. Y el pueblo era su elemento propio, la continuación de su carne y de sus huesos” (p. 61).

Justo acabo de terminar una columna de opinión titulada “‘Evitismo´ y géneros”. ¿Por qué Evita se ha vuelto un ícono del feminismo popular? ¿Qué similitudes hay entre el debate y sanción de la ley del sufragio femenino -sobre la cual se profundiza en este libro- y el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo? Más aún. ¿Cuál es el rol, el peso, la fuerza de la ley en la deconstrucción del patriarcado? Estos son algunos de los interrogantes que subyacen en la columna recién salida del horno; directamente vinculada con una ley que ha sido fundante en materia de representación política y género. No por casualidad hace tiempo estábamos esperando que alguien -no cualquier persona, una determinada mujer- afirmara con vehemencia que “Al movimiento nacional, popular y democrático vamos a tener que agregarle feminista”.

Un apartamento en Urano. Crónicas del cruce de Paul B. Preciado, publicado en 2019 por Anagrama. “El matrimonio era la institución patriarcal necesaria para un mundo sin píldora anticonceptiva, sin mapa genético y sin test de paternidad: cualquier producto de un útero se consideraba de inmediato propiedad y cautela del pater familias. El sistema de subjetivación de la modernidad europea colonial se basó en la distribución política de los cuerpos con respecto a sus funciones reproductivas. En un proyecto biopolítico en el que la población era objeto de un cálculo económico, el agenciamiento heterosexual se convirtió en un dispositivo de reproducción nacional. Quedaron excluidos de este ´contrato social´ (podríamos decir leyendo de forma cruzada a Carole Pateman y Judith Butler) de las democracias modernas todos aquellos cuerpos cuyos agenciamientos sexuales no podrían dar lugar a procesos de reproducción” (p. 69-70).

¿Podríamos afirmar que este libro ya sería un clásico de la literatura queer contemporánea? Ser un clásico remite, inexorablemente, a la idea de ser “de lectura obligada”. ¿Cómo repensar las normas -con el poder social que tienen de visibilizar y silenciar identidades- en esta clave rupturista como enseña Preciado? ¿Debemos ir hacia un ordenamiento no binario, que se salga de la categoría masculino/varón- femenino/mujer? En esa línea, qué pasaría con las acciones positivas que recepta nuestra Constitución Nacional en su art. 75 inciso 23 en favor de ciertos colectivos como el de las mujeres. Si quitamos esta categoría, ¿cómo sabremos que la mayoría las violencias son de género, sufridas por mujeres e identidades disidentes, y actuar en consecuencia? ¿Cómo continuamos la lucha por la paridad de género si hay tantos géneros como identidades y la categoría masculino/varón-femenino/mujer desaparece de la vida pública-legal? En este contexto interpelativo, fácil se observa lo importancia de hablar/leer sobre Crónicas del cruce…

La fabricación de los hijos. Un vértigo tecnológico de François Ansermet, publicado en 2018 por UNSAM Edita. “Los nuevos modos de origen, hechos posibles por los avances de las tecnologías de la procreación también pueden estar conectados con deseos, los cuales resultan reivindicados como derechos. Los avances tecnológicos permiten el deseo de atravesar nuevos límites. Y la ley siempre está atrasada respecto de la ciencia y las tecnologías que resultan de ella, hasta llegar a producir situaciones nuevas donde el deseo es una ofensa a la autoridad de la ley. En efecto, los nuevos modos de origen introducen nuevos modos de goce. Las procreaciones asistidas ya no conciernen solo al tratamiento de la esterilidad, sino a nuevas demandas ligadas a opciones de vida (…) La lista de estas nuevas aspiraciones es infinita y cambia con rapidez. Nos encontramos nuevamente presos del vértigo” (p. 73-74).

¿Fabricar hijos o desear hijos? ¿Fabricar deseos gracias al desarrollo del avance de la biotecnología? ¿Cuánto desfasaje legislativo hay en el derecho argentino a la luz de las posibilidades fácticas que admite el avance científico hoy? Así como se puede deslindar o desmembrar el acto sexual de la procreación, lo genético de la procreación, también se puede hacer la gestación de la m/paternidad. Dos temazos causan un fuerte cimbronazo dentro del feminismo. Trabajo sexual vs prostitución y gestación por sustitución o una forma moderna de explotación del cuerpo de las personas gestantes. ¿M/paternidades en plural o abuso de poder? Una vez más. ¿Fabricar o desear hijos? Interrogantes abiertos; debates pendientes.

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